La Física y la naturaleza del tiempo
Conferencia Una mirada al tiempo: Desde Newton y Einstein, hasta la física cuántica
Plantel 6 Vicente Guerrero
14 de septiembre
Texto y fotos: Javier Cerón
“¿Qué es el tiempo? No es fácil definirlo”, aseguró el Doctor Alejandro Frank Hoeflich —físico, investigador, catedrático y académico mexicano, especialista en física nuclear y molecular, y uno de los principales teóricos en el campo de la supersimetría nuclear—, quien impartió la conferencia Una mirada al tiempo: Desde Newton y Einstein, hasta la física cuántica, en el Plantel 6 Vicente Guerrero.
En su visita a ese recinto, el 14 de septiembre, el Doctor Frank precisó que el tiempo no ha sido objeto de interés exclusivamente de los científicos, pues escritores de la talla de Federico García Lorca, Jorge Luis Borges y José Emilio Pacheco lo han abordado desde la literatura.
El conferenciante señaló que el universo es explicable y, en ese sentido, Albert Einstein señaló que el espacio y el tiempo dependen del observador, de ahí que a veces sintamos que el tiempo pasa más pronto que en otras ocasiones. No obstante, dijo, la ciencia también debe ser humilde para corregir y cambiar, cuando sea necesario.
Con el propósito de responder a las preguntas que su joven auditorio formuló, el invitado subrayó que la física debe ir de la mano de la filosofía, pues ambas disciplinas nos ayudan a entendernos como seres humanos y enfatizó que, en nuestro universo, el tiempo es finito; comenzó hace casi 13 800 millones de años, con el Big Bang. Por otro lado, resaltó que su pasión por la ciencia la descubrió de la mano de sus profesores, quienes le hicieron ver que las matemáticas son un lenguaje universal que permite ver el mundo desde otra perspectiva.
El Doctor Alejandro Frank aprovechó para invitar a los Bachilleres a leer los libros Diez razones para ser científico, de Ruy Pérez Tamayo, y La historia más bella del mundo (Los secretos de nuestros orígenes), de Hubert Reeves, Joël de Rosnay, Yves Coppens y Dominique Simonnet, y a utilizar su pensamiento crítico para no ser víctimas de la charlatanería. También los motivó a estudiar carreras científicas, ya que —a la vez que contribuyen en la solución de los problemas que actualmente aquejan a nuestra sociedad—, tendrán la oportunidad de viajar, conocer a científicos de todo el mundo, divertirse y ser estudiantes de por vida porque la ciencia no descansa.