La excelencia es un gran esfuerzo por tratar de ser extraordinarios
Plantel 7 Iztapalapa
Ceremonia de excelencia
Fotos y texto: Ramiro Bravo Caballero
El 8 de noviembre, en el auditorio del Instituto Tecnológico de Iztapalapa, se entregaron 518 reconocimientos a alumnos de excelencia académica de primero, tercero y quinto semestre, en tres ceremonias realizadas por el Plantel 7 Iztapalapa.
Durante su intervención, la alumna Bianca Samara Joanna Soriano Armas, de tercer semestre, representante del semestre 2023 B, conminó a sus compañeros a seguir demostrando su fortaleza, a seguir adelante a pesar a pesar de los obstáculos: “Nuestra vida no tiene que ser perfecta para brillar, son los pequeños momentos los que hacen que nuestra vida brille”. Asimismo, agregó que ser estudiantes tiene su complejidad, esfuerzo, responsabilidad, motivación y, sobre todo, disciplina para sobresalir. De manera que alcanzar la excelencia académica implica compromisos y adaptaciones a nuevas situaciones y estar siempre dispuestos a aprender de ellas y estar dispuestos a aprender de ellas y de todo tipo de cambios, buenos o malos.
Durante sus intervenciones, Armando Polina Saldívar, director del plantel; Mariana Dolores Pliego Maldonado, subdirectora de Evaluación, y Juan Gabriel Gama Hernández, profesor de la Academia de Física y Geografía, les recomendaron a los alumnos para que sigan soñando, que continúen con las ganas de sobresalir, que persigan la excelencia, que vivan al máximo su vida y así impacten en todas aquellas personas que los rodean.
Los exhortaron a que sigan con su espíritu de excelencia, porque en un futuro podrán ser profesionistas. La excelencia, dijeron, va más allá de lo que se imaginan y es superar las expectativas, es escalar a lo más alto y no conformarse con la mediocridad; por lo tanto, los jóvenes deben ir más allá, esforzarse por alcanzar sus sueños y no conformarse sólo con sobrevivir. Los invitaron a esforzarse para marcar la diferencia.
Cabe señalar que estuvo presente el taller de Teatro, que interpretó La resurrección de Lázaro, dirigidos por el profesor Mario Matus Cortés. Durante la ceremonia, estuvo presente la mascota Lobacho y se entonó la porra de los Lobos Grises con mucho entusiasmo por parte de los galardonados.
