Expresar nuestro sentir es fundamental

Plantel 20 Del Valle “Matías Romero”
Conferencia Hablar para vivir

---

Javier Cerón
Foto: Armando Guerrero

El suicidio es un problema de salud pública en el mundo y también en nuestro país, donde en el año 2021 se registraron 8,447 suicidios consumados; 1,224 más que en 2019, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Debido a que la ideación suicida se presenta cada vez más en jóvenes, es muy importante desarrollar en ellos aptitudes socioemocionales para la vida, habilidades de afrontamiento de problemas y comunicación con las personas que pueden proporcionar ayuda cuando lo requieran; por ello, en su ponencia Hablar para vivir: charlemos sobre suicidio, Modesto Solís Espinoza, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), disipó tres interrogantes: ¿Qué es el riesgo suicida?, ¿qué hacer si sabemos de alguien con pensamientos suicidas? y ¿qué hacer si nosotros los tenemos?

Así, el 22 de mayo, ante Bachilleres del Plantel 20 Del Valle “Matías Romero”, el invitado apuntó que una persona que se hace daño podría atentar contra su propia vida y el riesgo suicida es la probabilidad de que alguien intente matarse luego de ser valorado por medio de factores epidemiológicos, antecedentes personales, estado mental y estresantes actuales. En este sentido, comentó que quienes se cortan, suelen hacerlo como un “desahogo” para brindarse cierto “alivio emocional”, cual intento de expresar dolor, y la mayoría de las veces no son intentos; sin embargo, entre más se hieren, la probabilidad de lastimarse de forma mortal es mayor.

Por otro lado, mencionó que la conducta suicida es multicausal y que un alto porcentaje lo hace sin siquiera tener un trastorno. El suicidio en personas de 15 a 29 años es la cuarta causa de muerte; asimismo, se reportan el doble de suicidios de hombres que de mujeres. “Nadie queda exento de riesgo”, enfatizó.

Respecto de cómo apoyar a alguien en esta situación, Modesto Solís recomendó comenzar por hablarlo, y, si hay riesgo, podemos acompañar, persuadir y buscar soluciones. “No te preocupes si no sabes qué decir, quizá no tengas todas las respuestas, pero podemos acompañar en la búsqueda de ayuda”.

Sin embargo, explicó, si nosotros somos los que tenemos pensamientos suicidas, aconsejó identificar el problema, proponer opciones de solución, evaluar pros y contras de cada opción, aplicar el plan de acción y, si no funciona, probar otra opción. “Todos compartimos este mundo, de todos depende prevenir y hacerlo mejor”, concluyó.